Ciberseguridad, una prioridad estratégica en el marco de la lucha contra el cibercrimen
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El acelerado avance de la transformación digital y las nuevas tecnologías trae consigo desafíos crecientes en privacidad, seguridad y confianza digital, elementos vitales para la economía moderna.
Este contexto obliga a las organizaciones a fortalecer su resiliencia operativa digital.
Dos principales retos destacan: la gestión de riesgos derivados de la expansión digital y el establecimiento de medidas de respuesta frente a incidentes cada vez más complejos.
El aumento de los ciberataques ha resultado en pérdidas económicas y daños de reputación para muchas organizaciones, afectando incluso la confianza de sus clientes.
Las tensiones geopolíticas y la organización de grupos cibercriminales con recursos significativos también han intensificado los ataques.
Entre los objetivos favoritos de los atacantes se encuentran los entornos en la nube y los proveedores de servicios, con un uso creciente de herramientas de inteligencia artificial que permiten ataques más sofisticados.
Tipos de ciberataques frecuentes incluyen los ataques de denegación de servicio (DDoS), que buscan colapsar servicios críticos de sectores clave, y los ataques de malware y ransomware, que también se han expandido hacia modalidades como el "Malware as a Service."